miércoles, 30 de enero de 2008

Los que caen bien...

El otro día estuve en el cumpleaños de una amiga de una amiga de una amiga mía... En resumen: No conocía a casi nadie. Iba como un bolso, de complemento. Aún así no parecía que fuera a juego con nadie. Lo bueno de este tipo de eventos es que tienes unas perspectivas tan bajas que con cualquier cosita se convierte en éxito.

A mí hay un tipo de gente que me fascina: la tipología del borde, ácido y encima que cae bien. Bueno pues allí había un prototipo de esta gama. A una le dice que es inculta, a otro que niño pis, a otro que es un explotador.... Y es que por muy crítico que sea con cualquiera de la mesa, a todos nos brota la sonrisa y tan divertidos. Cuando imagino que soy yo el que dice ese tipo de cosas, la consecuencia natural es que me crucen la cara o no volver a hablar con nadie en toda la noche, tras las consabida bronca silenciosa en forma de miradas asesinas.

Esto de las relaciones humanas es lo más injusto que hay. A los que te caen bien les consientes mucho, casi demasiado, mientras que a los que no soportas, difícil es que les pasemos más de una... Además esto es así, intuitivo, muchas veces no hay que hacer nada, es caer bien. Casi todos tenemos nuestro público, detractores y proclives, aunque éstos no nos parecen suficientes y aquellos demasiados. Me imagino que yo estaré en la media, aunque Secret siempre me dice que me la estoy jugando y que me consiente demasiado. Por mi parte opino todo lo contrario. Cuando veo a los auténticos profesionales, como el del otro día, compruebo que me queda mucho por recorrer.

Ya reza así el adagio popular: más vale caer en gracia que ser gracioso... y qué razón tiene.

lunes, 28 de enero de 2008

mitmet.com

Como sabéis, unos amigos y yo hemos estado trabajando para hacer una página web. Está a punto de salir.

Completamente gratuita, la idea se basa en lo siguiente:

Visitar una ciudad/país a través de personas residentes el lugar de destino que les apetezca conocer gente, practicar un idioma, intercambiar experiencias, etc... “para viajeros, no para turistas”. Así sales de la típica visita de guía turística, conociendo rincones y experiencias más auténticas.

Funciona de la siguiente manera: hay guías en cada ciudad con determinadas características y te apuntas para contactar con ellos y mostrarte su ciudad. Todos voluntarios. La confianza se basa como en e-bay, a través de una serie de puntos que se van acumulando según la valoración de los guiados.

En principio está destinada a jóvenes entre 18-35 años que viajen y les apetezca conocer gente, y ciudades, pero puede funcionar a escala global también para inmigrantes que quieren contactar con compatriotas, personas que estén trabajando fuera de su ciudad habitual y les apetezca conocer gente, estudiantes de idiomas, etc...

Ahora necesitamos la mayor difusión posible, por eso os pedimos vuestra ayuda, tanto para comunicar la existencia de la página al mayor número de personas como para apuntaros como guías. Por eso os pedimos que difundáis tanto la página como la idea y os apuntéis como guías. Aparte, que nos deis todo tipo de sugerencias que se os ocurra. Muchas gracias


http://www.mitmet.com/

THE NEXT SURPRISE OF THE INTERNET

jueves, 24 de enero de 2008

El Toboso



El fin de semana pasado celebraba (el debate sobre si hay algo que celebrar lo dejamos para otro momento) su trigésimo aniversario sobre la faz de la tierra una buena amiga mía. (Espero también estar yo incluido en su catálogo de amistades presentes y futuras). Es una persona singular, críptica, casi impenetrable en lo que a sentimientos se refiere, pero maravillosa. Como los medievales tiene su particular, casi propio, código de honor y comportamiento, refractario a mi compresión. En resumen toda una personalidad seductora.
Alquiló por internet, una casa rural a las afueras del Toboso. –Qué global esto de internet para lo rural, no?- e invitó como corresponde a sus amigos. Gracias al cambio climático (no todo va a ser pernicioso) el fin de semana fue primaveral. Hicimos una barbacoa espectacular, como hace mucho tiempo que no recordaba. Uno de los mejores deseos que se nos puede conceder –tenedlo en la recámara por si surge el genio maravilloso- es comer todo el colesterol que nos apetezca sin engordar ni que nos siente mal. No fue el caso en lo que a engordar se refiere, pero por lo menos no me sentó mal.
La verdad es que la gente era variopinta. Eso me fascina. Con cada conversación te das cuenta de la variedad de enfoques que hay en la política, economía, familia, etc... Una de las asistentes trajo consigo su mascota. Un perro, un gato, una cobaya? nooo Un erizo, y encima africano, traído gracias a internet (insisto en lo de global con el añadido de multicultural). No sé si cómo cruzó el estrecho pero el caso es que estaba allí, en la Mancha. Son más pequeños y menos independientes que el erizo de tierra, el habitual de la piel de toro. Toda una atracción. Había un residente en Andorra la Bella, que trabajaba en el sector de lujo, y no vendía plumas o anillos, sino prestigio a partir de no sé cuantos cientos de euros... una chica alemana que había estado un año en México y que dirigirá en breve sus pasos hacia el Yemen, donde trabaja actualmente su novio hidrólogo... Y yo con mi chorizo a la brasa pensando en cuántos piercing o perforamientos -para los sentimentales del castellano- tendría la bella Dulcinea en los tiempos que corren...

lunes, 21 de enero de 2008

Las luminarias


El miércoles de la semana pasada, 16 de enero, fui por vez primera con Son, Sosi, y una amiga suya (familiar de aquellos pagos) a un pueblo abulense llamado San Bartolomé de Pinares, cerca de las Navas del Marqués. Era la fiesta de as Luminarias. Desde tiempos inmemoriales, la tradición se reproduce año tras año. A lo largo de las calles principales del pueblo se montan unas hogueras colosales. En algunos casos las llamas alcanzan los cuatro metros. La historia, obviamente, no acaba aquí, si no sería un plagio de las hogueras de San Juan. Por otro lado acuden jinetes con sus correspondientes caballos (aunque algún burro y mulo también se dejan ver) y atraviesan las llamas. Bendecidos previamente, como Dios manda, por el párroco del lugar. Digo atraviesan, porque aunque la idea es que la montura salte las llamas, habitualmente las pisotea. Pero pasar, lo que es pasar, pasan por medio, como en la foto. (No todos y todo el rato, claro)

Aún así, es espectacular. El humo, el repiqueteo de los cascos sobre el adoquinado, el frío de la noche y el calor de las llamas crea un clima sugerente, casi mágico. La imagen más seductora es la de un caballo surgiendo a través del humo a galope. Merece la pena. Después de una hora y media o así dando vueltas, los caballos acaban reventados y sobre las brasas se montan unas parrilladas envidiables. Lo bueno de llevar un cicerone es que al final te acoplas a una de ellas y te llevas la cena puesta. Todo ello con alguna cervecilla intercalada para relajar la tensión.

Son con su defensa de los animales sacó la polémica de si los caballos se queman o no, y si sufren... Yo opinaba que aquel no era el foro para traer a colación cuestiones tan peregrinas y europeas como aquellas. Casi nos brean confundiéndonos con ecologistas... Los del pueblo aseguran que los caballos de allí no se queman, vamos, que son incombustibles y que los bomberos los deberían llevar para apagar fuegos.. Y mientras me inviten a panceta, yo opino lo que ellos.

miércoles, 16 de enero de 2008

banksy


En estos tiempos inciertos, todos buscan los quince minutos de fama prometidos por Andy Warhol. Como vida está muy achuchada, y con los chinos ya se sabe, se ha reducido la oferta del de Pitsburg a sólo cinco.

Por eso me llama la atención un tipo como Banksy, un artista singular, conocido y reconocido pero anónimo. En todos sus trabajos hay una crítica ácida y genial. Reconocible, con humor en un montón de ocasiones, y como los buenos toreros, transmite. Me ha hace recobrar la fe en el género humano por un doble motivo. En primer lugar por su calidad plástica. No es un grafitti al uso. En segundo lugar por su renuncia al famoseo. Puedes estar o no de acuerdo con él, pero hay que reconocer que hace pensar y sentir...




http://www.banksy.co.uk/menu.html

jueves, 10 de enero de 2008

Reuniones

Hay días en los que hay tanto jaleo que te quedas extenuado para escribir. Como si después del tiempo de trabajo no tuvieras fuerzas ni ganas de contar nada. Hoy es un día de esos. A veces es como un shock post-traumático. Lo único que te apetece es una semana de vacaciones en una playa paradisíaca con todos los gastos pagados.

Y es que esto de las reuniones y las negociaciones es como jugar al mus. Hay que valer para mentir. Compruebas como la patulea de directivos se marca unos faroles que tiemblan las estructuras. Entre otras cosas tiritan porque cada vez que alguien dice “ya tenemos hecho el proyecto con todo su análisis numérico” no es que te entren la fiebre amarilla sino que directamente te acojonas por lo que significa. No es que haya algo. Es que no hay nada de nada. Directamente es un desierto. Porque tú sabes que “hemos” significa que “has” de hacerte en un tiempo récord algo que es directamente imposible. Y como tú eres la base de la cadena trófica no tienes a quien estrujar el cuello. Directamente eres el placton. Sólo vales para ser devorado. Además implica que acaban de masacrarte el próximo fin de semana y siguientes con la sonrisa puesta. Tus planes a la mierda. Y lo peor es que yo con lo que diga mi jefe, que es mano, afirmo que vamos sobrados, no sólo lo tenemos estudiado para aprobar, sino para matrícula de honor. Así que acabo anunciando más profident, como si me gustara el rollo que llevamos. Manda huevos.

viernes, 4 de enero de 2008

Torneo

Ayer se celebró el ya tradicional torneo de mus entre la juventud y la veteranía. El encuentro tuvo lugar en un céntrico bar madrileño. Sobre un tapete y una mesa en mejorables condiciones para la práctica del mus. Afortunadamente hubo una correcta baraja española de cantos reforzados para barajar al hispánico modo.

Tras una frugal comida, regada con zumo de cebada, en la que se suscitaron unas dudas razonables sobre el adobo de las alitas de pollo y un cambio de bocata a tapa debido a la opinión mayoritaria del respetable, comezó la partida. La tarde era para el deporte-rey de la baraja. Se respiraba competitividad en el ambiente. Hubo unas partidas-homenajes iniciales a cargo de los jubilatas de telefónica que hicieron de teloneros para el primer desafío del año. Tras los protocolarios saludos del nuevo año y comentarios sobre objetivos vitales – excel, ayuntamientos en menor cantidad pero de mejor calidad, etc...- se pasó al lío. Las estadísticas eran desfavorables para los noveles, y con estos precedentes se comezó a jugar.

Tabaco pacharán y tensión. La partida se jugaba al mejor de tres vacas con partidas de 30 tantos. Comenzó sorpresivamente el encuentro en la primera partida con triunfo arrollador de los jóvenes, que parecía que jugaban de memoria. Desparpajo inenarrable que los llevó a conquistar la primera vaca en un paseo militar y vistoso.

Más alcohol más tabaco y aumento de adrenalina. La segunda vaca fue mucho más igualada que la segunda. De hecho, la afluencia de cartas dignas se dejó notar en el bando bisoño. El mus de guerrillas, sin brillo pero efectivo comenzó a predominar. Los veteranos tiraban de oficio, se ponían el mono de trabajo y lograron doblegar la resistencia –ya prácticamente sin cartas- de los jóvenes, que aún así se resistieron como jabatos.

Las espadas estaban en todo lo alto. Sin embargo, la tercera vaca tuvo menos historia. Uno de los musolaris jóvenes se fue de la partida. Perdió la concentración y se notó. Al parecer estaba convocado para otro encuentro (a otro juego, con otras reglas) y esto hizo que la tensión disminuyera. Incapaces de lograr cartas con las que enfrentarse al incómodo juego sin descartes de los veteranos, se dejaron morir en un elogioso juego romántico pero improductivo. Así terminó el encuentro. Fieles al estilo atlético. Jugaron como nunca y perdieron como siempre.
Habrá más partidas, y estaremos aquí para contárselas.

jueves, 3 de enero de 2008

todo el mundo es guay

Había una película española dirigida por Manuel Summers (efectivamente, el vocalista de los hombres G también tuvo padre) titulada “Todo el mundo es güeno” . Hoy por hoy con internet, y la wii, la nintendo, etc, evolucionaría hacia “Todo el mundo es guay”. Y es que últimamente todo el mundo está encantado de haberse conocido, de ser la mejor persona de las posibles... De hecho más de uno se habrá luxado las vértebras para lograr un onanismo bucal y así poder decir que se lo ha montado con alguien que le quiere de verdad.

Es prodigiosa o más bien ilimitada esta autoestima que derrochamos. Todos nos reconocemos como personas tolerantes, con ganas de aprender... Hala vete Manolete. Mentira fermentada en la oscuridad neuronal del cerebro.

Es tan sencillo de comprobar con los hechos, que aterra. La medida de lo que es cutre, sano, excesivo, etc... es la nuestra, la de las costumbres que practicamos. A mí no sólo no me parece mal, sino lógico. Lo que me jode es que no seamos conscientes de que si nos dejaran (y aún sin que nos dejen) seríamos pequeños Stalin. En cualquier blog(comenzando por éste), tenemos predicadores de tres al cuarto, que han encontrado un lugar para hacer proselitismo, pero pocos para leer o estudiar. Nos dedicamos a ser culturetas de una frase, un ligero barniz para reconvertirnos en los nuevos eruditos a la violeta. Consumimos pensamientos fast-food que no permiten una segunda derivada. Y si es traído de allende los mares, mejor. Nadie se ve en el espejo como un know-it-all, pero es lo que somos.

No hay espacio para la humildad, reconocer que no somos los mejores ni siquiera buenos en casi nada. La culpa de nuestra mediocridad nos es ajena. Se olvida que intentar superarse requiere esfuerzo. Pero claro, si intentas evaluar tu progresión, corres el riesgo de darte cuenta de que no evolucionas. Esto te puede producir un trauma que te deje secuelas. ¡Vamos no me jodas! ¡Por eso los niños de ahora no pueden suspender!, porque igual se sienten mal. En vez de ver que confiamos en ellos para que se superen y por eso no nos valen resultados pobres. Necesitamos que saquen lo mejor de ellos. No sé si es mucho pedir, pero desde luego la solución no puede ser bajar el nivel y decidir que Gran Hermano es cultura. Que decir tacos es maravilloso y que los Goya son igual que los Oscar...
Sin embargo, a veces el fracaso no es tan malo. Lo penoso es no haberlo intentado. Como dice Tom Peters, cuanto antes fracases, más cerca estás del éxito. Definitivamente la complejidad no engancha.

miércoles, 2 de enero de 2008

2008

El tiempo se precipita sobre nosotros pertinaz, callada y continuamente, excepto en estas fechas, donde la mutación de dígito anual lo hace explícito. Particularmente, las navidades me parecen tan buenas o malas como cualquier otro momento del año. Llevo peor lo aburrido de las noticias y la falta de imaginación de las mismas. Y sobre todo la consabida impostura de la alegría por el cambio de calendario. Lamentablemente empieza a formar parte de una ilusión inicial trastocada en rutina.

Yo este año me encuentro muy perezoso. No he escrito tarjetas de felicitación navideña y no he mandado un mismo mensaje a cientos de personas... Sólo he hablado y escrito a un puñado de incondicionales. Lo del mensaje en serie, lo entiendo, pero no me agrada, así que lo he desechado. Espero que me perdonen mi falta de atención.

Este 2007 se me ha ido sin casi darme cuenta de que ha llegado. Y eso que creo que lo he aprovechado con lecturas y viajes a Nueva York, Islandia, Alemania, Dinamarca... Con el cambio de puesto de trabajo e incluso desde el punto de vista personal. Pero aún así me queda una punzada de resquemor. Cierta tristeza de alma achacable a todos los proyectos que se han truncado o no han prosperado por los más diversos motivos... Quizás es cansancio –espero que así sea- pero está ahí, presente.

Aún así espero esforzarme mucho más en 2008, mejorar, hacerme un hombre nuevo, con destino al cumplimiento de lo que debo (que es mi felicidad particular) por las viejas vías no siempre transitadas del trabajo, esfuerzo y sacrificio. Intentaré fijar unos objetivos mesurables, para poder ver si he sido fiel a mis propósitos o no. Aunque mucho me temo que en estos tiempos inciertos, la fidelidad sólo la garantizan los equipos de música.