viernes, 21 de agosto de 2009

Nivea

Tengo un amigo que esperó durante meses una llamada prometida que nunca llegó. Estaba a dispuesto a vender su piel al diablo por volver a oír aquella voz y cambiar las cosas. Sin embargo, la vida de mi amigo no es como las de las películas de Meg Ryan y la llamada no se produjo. "Time is a great healer" así que ya está más feliz y se ha ahorrado mucho en cremas tras la anulación de la transacción epidérmica.

Ignorancia

La verdad es que tengo que reconocer que no tengo idea de casi nada de mi profesión. Me queda tanto por aprender, que me asusta. Sobre todo con la crisis, que no sé dónde podemos acabar. Claro que cuando hablas con cualquiera, u oyes hablar en la radio a unos listillos, aunque sea por contraste, como saben todavía menos, parece que alguna idea tienes.

Comentándolo con distintos paisanos, parece ser que es bastante común. No quiero ni imaginar qué pasará cuando caigamos en manos de los médicos o los abogados...

jueves, 20 de agosto de 2009

Ciertamente molesto

A quien digo que quiero no lo cree.
A quien digo que no quiero no lo cree.
A quien digo que no lo tengo claro tampoco me cree.

Empiezo a pensar que padezco el mismo destino que un mito griego. Decir la verdad y no ser creído.

miércoles, 19 de agosto de 2009

conversaciones

No llevo muy bien a la gente que habla sin parar. Y aunque se intente mandar señales educadas de que ya está tocando a su fin la supuesta conversación, no lo perciben y siguen y siguen como el conejito de Duracell....

Mi táctica inicial es silencio absoluto, porque digo yo que se agotará el tema cuando vea que no hay interlocutor... Fracaso rotundo. Son capaces de enlazar un tema con otro hasta el infinito. Y no lo digo por decir. Me baso en hechos reales y recientes.

Entonces me entra un pánico tremendo existencial. ¿Cuánto tiempo voy a tener que perder, estando allí en un monólogo travestido de diálogo por su parte? Porque ya que llevo un rato aguantando y haciendo méritos de educado no le voy a meter un bocinazo, derribando todo el armazón de paciencia con que me he revestido.

A continuación empiezo un viaje astral sobre mis cosas, desatendiendo completamente el asunto, y me siento como un perro atado por una cadena invisible de palabras sin fin. “¿Pero no se podrá callar?” Por lo visto ni quiere ni sabe ni puede. Y yo sudando y sufriendo con visos de repetir la próxima vez que le dé cuerda.

Como soy un cobarde no se lo puedo decir personalmente, así que me desahogo por escrito y espero no ser tan pesado.

martes, 18 de agosto de 2009

Políticos

Se repite con cierta asiduidad y la aquiescencia general que los políticos han de estar bien pagados, dada su responsabilidad, equiparable a la de un alto directivo y la profesionalización de su cargo para no caer en la tentación de la corrupción.

Sin embargo, creo que se puede matizar. Muchos militares, marinos o guardias civiles no están en el cuerpo por motivaciones pecuniarias. Lo mismo ocurre con muchos voluntarios de ongs, o incluso vocaciones religiosas.

Ya de por sí puede haber mucho golfo dado lo cerca que están del poder, por aparentar, etc... si encima se le añade una motivación extra económica, lo que vamos a tener es un hato de haraganes sanguijuelas y mantenidos incapaces de pensar en otra cosa que en su propio sostén.

Se necesita una verdadera vocación de servcio. No todo es recompensable con dinero. De hecho el que lo cree así –como nuestros políticos- eso es lo que buscan.

martes, 4 de agosto de 2009

por fin

No, no es que me haya cansado de escribir, no tenga qué contar o algo por el estilo.
Lo que no tengo es tiempo, que es lo más valioso.

¡Estamos en crisis! No puedes rechazar las ofertas laborales que surgen, así que aprovechando la jornada intensiva encontré un trabajillo por las tardes.

En realidad, más que ganar dinero, lo he ahorrado, porque no me daba tiempo ni a gastar. Ya se ha terminado, hemos entregado y por lo menos voy a ver si quedo a tomar cervezas. La falta de zumo de cebada que me habría hecho adelgazar se ha compensado con no hacer deporte, así que seguimos como siempre, pero más cerca de las vacaciones.