jueves, 29 de septiembre de 2011

Psicólogo

Yo, como a muchos creo que nos vendría bien ir al psicólogo. Lo digo en serio, sí. Por lo menos un ratillo para contar como crees que tienes organizada la vida y según lo vas relatando te das cuenta de que ni por el forro está como percibías antes de intentar explicarlo.
Otro ratillo para contar a dónde te gustaría ir y/o llegar. Así te darías cuenta de que no es cuestión de que no haya nadie al volante en tu cerebro, sino que el destino es más brumoso de lo que intuias.
Por otro lado, está bien que alguien te escuche si contarte "pues a mí lo que me pasó..."
Lo de ir al psicólogo es como ir al gimnasio. Hasta que no pagas, no haces ejercicio. (Aunque las avenidas para correr son enormes) Y siguiendo con este símil, a todos nos parece normal que cuidemos nuestro cuerpo y extraño nuestra mente. No digo ya el corazón. Al final estamos todos locos. Casi nadie reza/reflexiona/medita porque nuestra agenda es tan abultada como la de los ministros. No tenemos tiempo ni para pensar...
Y después de esta perorata ni voy al gimnasio ni al psicólogo, que al final es Rodrigo Rato por el que madrugo... y no creo que me lo permitiera.

Aunque esto es caricaturesco
, algo hay de cierto.

Contraseña

Muy tonto, pero hace tanto tiempo que no paso por aquí que hasta se me había olvidado la contraseña.
Y es que hay varias escuelas sobre el particular...
La primera poner a todo la misma clave, de tal manera que si la descubren puedan abrir tu vida virtual en canal en un santiamén (qué palabra más reaccionaria. Habrá muchos modernos que ni sepan ya lo que es). Y no ya a la personal, sino a las económicas... Antes estaba más preocupado por esta última. Ahora, aunque lo consigan, no puedo llevarme una gran decepción.
La segunda es poner contraseñas sectoriales, de tal manera que a cada ámbito le corresponde la suya; sólo en las fronteras es donde hay ciertos conflictos sobre competencias: personal, profesional, amigotes, pareja..
La tercera es particularizar... Para asegurar la máxima intimidad. De esta manera que al final pones una carpeta en el correo electrónico llamada "contraseñas" donde plasmas el repertorio total de las mismas. LUego te dejas el correo abierto y estamos en el caso 1 descubierto.
En mi caso debido al paso del tiempo ha habido una mezcolanza tal que no tengo ni criterio... Así que como la vida, al tran tran...