miércoles, 28 de octubre de 2009

M-30

Ayer tuve mi primer accidente de táfico "chispas" en la m-30. Estoy en condiciones de afirmar que he tenido experiencias manifiestamente más reconfortantes.

La peripecia se produjo de la siguiente manera. Iba yo prudentemente por el carril de la derecha, el de los lentos pensando en la reunión de brujas que tenía por la tarde. A la par, por el carril central un inmenso camión con remolque negro circulaba en el mismo sentido. Cuando prácticamente ya lo había rebasado, veo por el retrovisor que se incorpora a mi carril, golpeándome en la parte trasera izquierda. En ese momento, mi coche se convirtió en una peonza, pasando por delante del camión como una bailarina. Recuerdo que pensé " Eso no ha sido nada, ahora viene lo bueno, todos los coches que vienen a toda velocidad por la m-30 van a impactar conmigo. Llego tarde a la reunión seguro"
Los coches me esquivaron hábilmente hasta que impacté en el protector del raíl del carril izquierdo. Me sentía como un patito de tiro al blanco. Era la primera vez que cruzaba así la m-30. Vi que mi guardabarros trasero estaba a unos 15m delante de mí en el carril central y mi faro a unos 20.
Volví a pensar, ¿estoy entero? Parecía que sí... Luego me dije: hoy estreno chaleco reflectante, ¿qué tal combinará con mi corbata? Confirmado. No llego a la reunión. Por cierto el inmenso camión que me ha golpeado? No se habrá dado a la fuga? Afortunadamente paró a unos 250m.
Repasé mentalmente el plan. Señalizar, recoger las piezas y hacer los papeles. Llamé a la policía y me salió un contestador. Que os den!
Por fin vino un tipo por el otro andén que también estrenaba chaleco reflectante, aunque cromáticamente distinto, ya que era naranja. Cruzó la m30 arriesgadamente y me saludó ufano -en inglés-.
Resulta que también era mi primer choque con un holandés "chispas". La verdad es que el tipo era simpático, con sus dos pendientes y todo. Nos montamos en mi coche y lentamente volvimos a irnos al carril de la derecha. Que día de cruces!. Allí empezamos a rellenar papeles con un boli que destintaba hasta que vino la policía municipal. Resulta que era holandés (entendí entonces su opción de chaleco) y con dos pendientes. El camión era de su mujer. Ese dato me dejó un tanto intranquilo, aunque luego no fue a más. Se confirma que la poli no habla ingl´´es en absoluto. Rellenamos todos los datos previa petición de papeles de la policía y nos fuimos. Mi pobre coche renqueante me llevó hasta mi destino y tuve la maldita reunión, que fue tan mal como esperaba. (o peor).
La buena noticia fue que mi ángel de la guarda se ganó el sueldo y un par de galones. La mala es que tengo 15 días de taller, lo que implica madrugones considerables, con lo que me gusta...

martes, 6 de octubre de 2009

De una serie de tv...

-¿Tiene mantequilla?
-Toda la que quiera.
-¿A cuanto la libra?
-A cuarenta y cinco centavos.
-Ahí en frente la cobran a trenta la libra.
-Y entonces, ¿por qué no la cobra usted allí?
-Es que no tienen.
-¡Por eso la dan tan barata!