En ocasiones tengo la sensación de que la llamada realidad virtual está ganando adeptos a pasos agigantados. Es cierto que se ha incorporado a la vida cotidiana de millones de personas mejorando su productividad, dando oportunidades de las que antes se carecía, promoviendo iniciativas particulares y haciéndolas posibles por el apoyo masivo de internautas. Esto es un cambio cualitativo tremendo. Hoy por hoy iniciativas de la red, de individuos aislados pueden llegar a cotas insospechadas, promoviendo indultos, haciendo famosas las canciones del Koala o intentando sofocar la antorcha olímpica frente a la hipocresía –lógica- institucional. Esto para un liberal es altamente reconfortante.
Sin embargo me voy a referir a otro ámbito del mundo virtual. Las relaciones sociales. No voy a decir que hay una gran mayoría de "hikikomoris" en España. (Los chicos japoneses que se quedan en casa de sus padres, aislados y abrumados por la exigencia de la sociedad... Lo más cachondo es que los médicos japoneses consideran que hay que dejarlos así, encerrados hasta que ellos mismos decidan salir. Claro los “caballeretes” de ojos somnolientos están hasta los 42 años con este sistema... )
Bueno a lo que iba... Tengo la sensación de que los blogs, chats, etc... se convierten en refugio de muchísimas personas hasta unas cotas desproporcionadas. Es el refugio sentimental y emocional de muchas personas que se van aislando del mundanal ruido. Desplazando así, esta realidad virtual, que por supuesto que es real, a la realidad física y suplantando a ésta. Y tenemos entonces personas adictas a la red, igual que a los móviles... Que necesitan mirar su correo, los blogs o infobolsa de una manera crónica, casi enfermiza. Lo más paradójico es que suelen ser los primeros en asegurar que es excesivo el poder de la red...
No me parece mala –ni buena- la realidad de que los amig@s y novi@s -que palabra más antigua- se conozcan por la red, lo que me asusta es que cada vez más vayamos hacia esa fórmula como exclusiva.
Al final una herramienta de liberación nos convierte de nuevo al esclavismo voluntario...