martes, 27 de noviembre de 2007

De cenas y comidas

Últimamente tengo el capricho de ir al restaurante Sant Pau de Carme Ruscadella. La primera mujer española en conseguir las tres estrellas de la guía Michelin. Ha abierto recientemente otro homónimo en Tokio, que también ha sido un éxito. (Nota pedante: Tokio reúne 191 estrellas, casi el doble que París) Me pregunto porqué todos los lugares que aparecen en la dichosa guía tienen que ser tan caros y tan minúsculo sus platos. Casi que tienes que ir cenado. Puede que aclare algo que en el Sant Pau hay 32 empleados para un aforo de 35 personas....
No entiendo la relación de los neumáticos con el arte culinario. Como era fácil de imaginar, no acabé allí. Y no porque no me lo merezca, sino que visualizo una bella cartulina ocre de alto gramaje, donde unos estúpidos –pero elevados- números precedidos de unos nombres sugerentes, impronunciabes casi eróticos me disuaden. Y a mi tarjeta la esquilman. Así que el ámbito de mi crítica gastronómica se va a centrar en algo más doméstico.

El viernes comí con Al en un “Fresco”. Es una reinterpretación de un bufet libre pero con pretensiones de comida sana. Ni de broma. El aspecto de lo que allí se expone –quizás por la iluminación- no está del todo mal, pero su sabor...Es manifiestamente mejorable. Tengo la teoría de que en esos sitios echan algo en la comida que después del primer bocado, te deja inapetente. O eso o es que realmente te das cuenta de que no tienes tanta hambre como para ingerir cualquier cosa que te ofrezcan... En definitiva, decepcionante. El público tampoco contribuía a mejorar el ambiente. Local abarrotado, donde las mesas con sus correspondientes sillas no dejaban espacio libre ni conversaciones mínimamente privadas..

El sábado fuimos Son y yo a cenar por ahí. Acabamos en un chino, distante a partes iguales en kilómetros y en cocina del Sant Pau.... Afortunadamente, también en precio. Siguen sorprendiéndome estos sitios: Trato amable, sonrisa dulce, servilletas de tela, castellano dudoso, casi oscilante y comida razonablemente sabrosa. Pedimos arroz con curry, pollo al limón y tallarines cantoneses. Estos últimos eran de un rosa enfermizo, parecían embutido, poco sugerentes. Craso error en el que exclusivamente sólo participé yo. Son tuvo la delicadeza de no cebarse en él. Pedimos palillos, que se negó a utilizar argumentando que tenía hambre y pocas ganas de experimentos. Ni me vi, ni me veo capaz de persuadirle... A mí sí me gusta usarlos, me parece que forma parte de la liturgia de este tipo de cocina. No acabamos con todo. Hemos detectado que forma parte de los usos y costumbres de Son dejarse algo en el plato habitualmente. Los tallarines cantoneses multiplicaban sus sonrisas...

domingo, 25 de noviembre de 2007

Perros y niños

Emiten en televisión un programa llamado el “encantador de perros”. Es una especie de “supenani” de canes y amos. Generalmente de éstos y ocasionalmente de aquellos. La estructura es casi siempre similar: un perro/dueño singular y problemático. Llaman al tipo éste, que suele solucionarlo todo con un paseo y se obra el milagro –que yo supongo momentáneo o provisional-. Me apasiona, porque todo parece tan sencillo, lógico y evidente. Es una cuestión de cuatro principios: ser el jefe de la manada, sin violencia pero con autoridad, nunca recompensar la mala acción, ejercicio y calma.

Casi valdría -salvando las distancias para educar niños-. Nunca he entendido porqué a los niños se les conmina a hacer algo porque “viene un señor y te regaña”.( Por lo visto hay individuos distribuidos estratégicamente para abroncar niños… Claro, los niños son tontos. Y los padres más)-Oiga, que lo tiene que hacer porque es su obligación-. Y explíquele porqué es así. Y nunca, nunca, nunca se debe corregir a un niño asustándolo. Una de las claves de la felicidad –Eduardo Punset dixit- es la ausencia de temor.

A veces nos vamos llenando de miedos. Desde miedo al despido laboral, al qué dirán, a no poder cumplir expectativas… Y sufrimos por adelantado, por algo que no ha ocurrido… Y poco a poco nos hacemos esclavos de la angustia posibilista. Un collar de tensión que nosotros nos hemos puesto –o nos han impuesto- y que no nos deja respirar…Cuesta recuperarse sin dilapidar demasiado tiempo –con lo rápido que fluye- ilusión, -escasa- y esfuerzo –con la velocidad que se evapora-.La ventaja que tienen los perros es que al poseer un cerebro más simple, se recuperan mucho mejor de los sucesos traumáticos y se adaptan sin secuelas a la nueva situación.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Timidez

Conozco un amigo que tiene un amigo y que por supuesto no soy yo, que ha comenzado un blog. Lamentablemente, Dios no le ha llamado por los senderos de juntar adecuadamente palabras –mucho menos organizar pensamientos- y tampoco por los de las nuevas tecnologías.

Su blog es remoto, casi inaccesible, no tanto por su deficiente léxico como porque no ha dicho a nadie –rectifico, a casi nadie- que lo ha empezado. Por motivos que se me escapan –en el fondo somos contradicción- no quiere difundirlo. Está en pruebas –consigo mismo- y prefiere ocultarlo entre sus conocidos para no tener que dar explicaciones. Ha decidido, para no ser tachado de snob, no comentarlo con desconocidos…(su madre seguro que estará más tranquila).

Cuando propuso la idea en el círculo de su confianza, le intentaron disuadir, porque es de esos tipos frenéticos, casi trepidante, que van de un lado para el otro llegando tarde e hiperventilando. Es como un “free style” del conejo de Alicia en el país de las Maravillas. No parecía un blog buena forma de invertir el poco tiempo que le queda libre. Además ya pasaba demasiado tiempo delante del ordenador. Decidió montar un autoblog.

Sin embargo, y aquí es donde comienza lo singular del hecho, por lo que lo traemos a colación en estas líneas, han accedido a su refugio una profesora intergaláctica y la no tan difunta esposa de Ramsés II…Incluso le han dejado comentarios bastante más sugerentes y agudos que sus chispazos reflexivos reduccionistas. Así que está turbado y un poco ruborizado ante esta situación no prevista por su cerebro prusiano. Paradójico: sus “reflexiones” provocan reflexiones que le hacen reflexionar…Si yo fuera él, a no me refugiaría en la timidez/desconocimiento para agradecer a los dioses, si es que existen, (homenaje a Invictus, de William E. Henley) que hubiesen puesto esas visitas en su camino. Y probablemente, frivolizaría más.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Días de lluvia


Umberto Eco explica que las grandes verdades de la humanidad son aquellas sentencias que son verdaderas su afirmación y su negación, como : la vida es corta/la vida es breve. Siempre estamos solos/nunca estamos solos. Sé lo que quiero/no tengo ni idea de lo que busco... Interesante

A veces nos llegamos a sentir un círculo en un mundo de cuadrados... Es decir desubicados. En estos tiempos inciertos, es difícil encontrar tu sitio: La correcta porción de trabajo, amor, ignorancia amistad... Y el caso es que cuando indagamos en nuestro alrededor, todos creemos en primera instancia que tenemos claras las cosas. Sobre todo en las relaciones personales: sin duda encontrarás alguien animoso dispuesto a darte el consejo pertinente sobre sinceridad, confianza con tu pareja/trío/encuentros esporádicos... (se lleva la pluralidad). Pero esto es como el carné de conducir, hay una parte teórica y otra práctica. En el mundo de las ideas, sobre el papel, casi todos sacamos una nota alta, pero en la práctica.... ejem ejem. De hecho la verdad estadística es que en cuanto alguien haya tenido más de una relación en su vida, tiene un índice de fracaso superior al 50%... Esto es extensible a casi cualquier aspecto. Siendo más frívolos: todos conocemos a alguien que es un “trepa”. Pero, ¿conocemos a alguien que se reconozca así? Curioso.

Por eso a la hora de los hechos, todo se complica. Hay más variables y actúan sentimientos mezclados con la razón... no sé si será la lluvia, pero hay días que no hay nada claro...

Ortega decía “ que no sabemos que nos pasa: eso es lo que nos pasa”
No va desencaminado...

martes, 20 de noviembre de 2007

Kultura con k


Hoy por hoy, es maravilloso esto de que todo sea “kultura” . Los reyes godos, Sófocles, Protágoras... bla bla bla. Nasti de plasti. La verdadera kultura ha de ser transgresora, sostenible, polivalente y moderna. Siempre con K. Repleta de lecturas y resultado de sesudos pensamientos de –por lo menos- dos minutos.

Tiene que aparecer mucho la palabra cagar, sexo, coca... para mostrarse crudo y directo. Lo que viene siendo actual y de nuestro tiempo(?). Y por supuesto, muy crítico. Hay que ser la “conciencia social” . Lanzar permanentes mensajes de “denuncia” , aunque si es posible, desde metrópolis como Nueva York o Londres. Cunas de la perdición, origen del mal, el pervertido capitalismo. Este es el sacrificio que requiere a los apóstoles de la antiglobalización su tarea. Ni un paso atrás. Sería tan fácil vivir en Teherán o Piong Yang... Pero no, podemos, debemos confiar en ellos, que no se arredran, batiéndose el cobre en las trincheras del compromiso.

Por lo visto, es imprescindible implicarse con el mundo de la moda. Lo lleva implícito el ser sensible. Con un look cool de Seiko Taiki, (Mark Jacobs se ha convertido en un burgués de antiguo buen gusto), nos explican –pobres ovejas descarriadas- lo ignorantes que somos. Así, sin darse importancia, por nuestro bien, desde la tolerancia y la humildad. Porque a ellos, a humildad no les gana nadie. Y yo lo intento, pero me cuesta...

Y es que el dinero no es importante. Los voceros de la “berdad” – ¿por qué no si es “kultura”?- lo tienen pero, te juran por sus niños no es importante... (Con lo que me cuesta ganarlo a mí. De hecho, no lo comentéis, a veces trabajo por dinero).

jueves, 15 de noviembre de 2007

Sillas cambiadas



Mi amigo, Fen, que es mi amigo desde hace no mucho tiempo, asegura que en la mayoría de las reuniones de trabajo a las que asiste todos tienen las sillas cambiadas. Y puede que algo de razón no le falte...

Resulta que en éste país, antes llamado España, gracias a la sociedad de la información, todos estamos al cabo de la calle de todo o casi todo. Por supuesto sin leer nada o casi nada. Tan sólo los acreditados medios –nada amarillistas- del qué, 20 minutos y similares. Así que, sin el menor empacho podemos hablar, en términos de experto, no sólo de alineaciones de fútbol, sino de la política inmobiliaria, bolsa e incluso política internacional -¿te quieres callar ya?-

A mí no sólo me da igual, sino que me parece bien; hasta que en un momento dado oyes, lees o asistes a debates de supuestos expertos comentaristas, o periodistas de reconocido prestigio que opinan de asuntos que a ti te conciernen. Puede ser medicina, arquitectura o ingeniería -táchese lo que proceda- de un modo tan burdo, soez y somero que produce náuseas. En muchos casos, generan opinión, con lo que alcanzas a ver el grosero error en el que puedes incurrir cuando te informas de asuntos que no te son propios a través de medios no especializados...
En otra escala, es divertido ver cómo todos tenemos muy claro qué tienen que hacer los políticos, futbolistas, dependientes, y todos los que se sientan al otro lado de nuestra mesa de trabajo. A la otra persona le ocurre lo mismo, con lo que si nos cambiásemos el puesto, sería todo mucho más eficaz. Sin embargo no consentimos, que los inexpertos interfieran en nuestro trabajo de profesionales... y por supuesto no soportamos que duden de nuestra tolerancia o de nuestra falta de criterio en cualquier asunto sobre el que se nos ocurra opinar... Con lo listos –y modestos- que somos todos, no sé cómo no estamos de directores de generales de Nestlé.

martes, 13 de noviembre de 2007

comienzo

Llevo meses intentando que alguno de mis amigos me organice un blog. Todos a los que se lo pido son asiduos lectores de blogs o informáticos. Ni uno sólo ha sido capaz. Falta de tiempo y/o ganas e incluso falta de fe en que verdaderamente lleve a cabo mi propio blog. No les culpo. La perseverancia -concretamente la mía- no es una virtud que me adorne últimamente.
En cualquier caso, hoy, martes y trece he decidido ponerme manos a la obra. No creo que sea una señal, pero por lo menos parece divertido. Como, aunque suene increible, no tengo un biógrafo personal, la mitad de las cosas que hago se esfuma en mi memoria. Haré de mi blog una agenda de bolsillo virtual para ver cuán voluble son mis opiniones.
El fin de semana pasé por un mercado. Me encantan esos sitos, casi anacrónicos, pero llenos de colores, gentes peculiares -hoy llamados freaks - ruidos y olores. Cuanto más de barrio, más estilo aunténtico y menos relamido.
Particularmente admiro a los pescaderos. Me parece uno de los gremios más duros, con un olor pertinaz desagradable, manos sistemáticamente frías y un público usualmente desconfiado. Después de dar una vuelta por allí, ver todo tipo de peces, huevas, mariscos etc.. fui a la zona de la frutería. Me decidí -aconsejado por una mujer de experiencia- ir a un puesto con numerosa clientela. "donde está la gente está la calidad." Por no agraviarla, y tras una razonable espera, me tocó el turno. Afortunadamente no tuve que hacer la insoportable pregunta de ¿quién da la vez?. Y tras unas dudas iniciales me decidí por unas naranjas de Lepe, unas cebollas y unas peras "conferencia". Siempre me ha hecho gracia ese nombre, así que le pregunté a la frutera, que frisaría la treintena por dicho nombre. Naturalmente no lo sabía exactamente, se sabía otros muchos pero no ése. Dijo toda decidida: "lo miraré en internet esta tarde sin falta" No podía imaginar esta escena hace diez años con una frutera que lo mirara en la enciclopedia... Así que salí hecho un Hilarión comprobando que "hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad..."