He leído “Cazadores de Tigres” de Aingeru Epaltza.
Ha sido un error. Sinceramente. No porque me parezca calamitoso, pero sí mejorable. El autor es navarro, traductor y de alguna
manera se proyecta en el protagonista que –oh casualidad- también es traductor.
Es una historia paralela que discurre en el País Vasco Francés durante la
posguerra civil y final de la guerra mundial.
La segunda parte, la de madurez en Venezuela unos años después. Palabras excesivamente rebuscadas y pocas
sorpresas. Previsible. Es una pequeña oda a la no violencia animal y humana pero no literatura.