viernes, 21 de agosto de 2009
Nivea
Tengo un amigo que esperó durante meses una llamada prometida que nunca llegó. Estaba a dispuesto a vender su piel al diablo por volver a oír aquella voz y cambiar las cosas. Sin embargo, la vida de mi amigo no es como las de las películas de Meg Ryan y la llamada no se produjo. "Time is a great healer" así que ya está más feliz y se ha ahorrado mucho en cremas tras la anulación de la transacción epidérmica.
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