Sobre hombres y mujeres (I)

Esta opinión, no posee una base teórica sino empírica. No pertenece al club de la comedia, sino a experiencia personal profunda.

Desde hace cientos de años, el ser humano se ha preguntado dónde radica la diferencia entre hombre y mujer. Hay múltiples respuestas: el cerebro, en lo cultural y aprendido, en los genes, las mitocondrias... Siguiendo con estos interrogantes atávicos, ¿cómo saber si un ser humano es hombre o mujer? No vale sólo, cual sexador de pollos, mirar los genitales. Se puede dar el caso de hombres encerrados en cárceles con forma de cuerpo de mujer. También la inversa e incluso la intermedia.

Aquí es donde aporto mi granito de arena para saber la diferencia: ¡LAS CORTINAS!

El sentimiento y/o comportamiento ante unas cortinas es la prueba de fuego para discriminar entre hombre y mujer. Lo que para un hombre es hipersensibilidad, para una mujer lo mínimo que se le puede pedir a un ser vivo. Cromatismo, longitudes, anchuras, variaciones, tipos de anillas, raíles, suciedad existente, pliegues, formatos hasta el infinito y más allá.

-.hay que lavar las cortinas...Descuélgalas!
.-¿ pero por qué?
.-¿no te das cuenta?
.-¿de qué?
.-están sucísimas. Además deberíamos cambiarlas por unos stores...
.- pero si son casi nuevas y te encantaban...
.- ¿ pero no ves que son tristísimas?
.- Lo triste es que hay partido y justo ahora es cuando nos molestan la suciedad de las cortinas...

Vamos, que la cortina habla y se expresa haciendo hogar. Un mundo de colores para unas y la oscuridad de la caverna para otros.