miércoles, 23 de septiembre de 2009

Realidad

No es posible ser sublime en todo momento, ni siquiera aconsejable. Además aburre.

Recuerdo que cuando estudiaba y dibujaba me quedaba en la madrugada y oía la radio noctábula. Una noche el dial se detuvo en uno de estos consultorios donde la gente llama con fingido afán de protagonismo exhibiendo sus desgracias e intentando paliar las de los demás con consejos abstrusos o peregrinos.

Varias llamadas eran de dramas profundos: suicidios, infidelidades, agonías económicas... hasta que llegó un tipo cuyo agobio consistía en que tenía unas salamandras en su techo y no podía dormir. A partir de entonces todas las llamadas de ayuda se concentraron en el mundo de los reptiles: que si con una aspiradora, que si iban hacia la luz como en poltergueist, que si traía buena suerte.... Y nos olvidamos de los suicidas y los tristes.

1 comentario:

no name dijo...

Es un tema importantísimo!! El sueño es algo sagrado. Llevo una semana sin dormir a penas, y sin salamandras, y estoy casi al borde del suicidio...