Uno de los deberes del hombre para ser tal es superarse y evolucionar.
Aceptar los cambios si son irreversibles o conseguir modificarlos si es menester. Poseer la inteligencia para distinguir unos de otros es también deseable. (La idea mejor expresanda es de Shaw)
Hay algunos individuos que pasan página y avanzan. Otros por miedo, por costumbre o por carácter dejan cientos de flecos y puertas abiertas. Lo ideal aristotélicamente hablando, es el punto medio, que averigüe monsieur dónde está.
Confesión:
Dejo las puertas de par en par: soy un sentimental.
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