viernes, 4 de enero de 2008

Torneo

Ayer se celebró el ya tradicional torneo de mus entre la juventud y la veteranía. El encuentro tuvo lugar en un céntrico bar madrileño. Sobre un tapete y una mesa en mejorables condiciones para la práctica del mus. Afortunadamente hubo una correcta baraja española de cantos reforzados para barajar al hispánico modo.

Tras una frugal comida, regada con zumo de cebada, en la que se suscitaron unas dudas razonables sobre el adobo de las alitas de pollo y un cambio de bocata a tapa debido a la opinión mayoritaria del respetable, comezó la partida. La tarde era para el deporte-rey de la baraja. Se respiraba competitividad en el ambiente. Hubo unas partidas-homenajes iniciales a cargo de los jubilatas de telefónica que hicieron de teloneros para el primer desafío del año. Tras los protocolarios saludos del nuevo año y comentarios sobre objetivos vitales – excel, ayuntamientos en menor cantidad pero de mejor calidad, etc...- se pasó al lío. Las estadísticas eran desfavorables para los noveles, y con estos precedentes se comezó a jugar.

Tabaco pacharán y tensión. La partida se jugaba al mejor de tres vacas con partidas de 30 tantos. Comenzó sorpresivamente el encuentro en la primera partida con triunfo arrollador de los jóvenes, que parecía que jugaban de memoria. Desparpajo inenarrable que los llevó a conquistar la primera vaca en un paseo militar y vistoso.

Más alcohol más tabaco y aumento de adrenalina. La segunda vaca fue mucho más igualada que la segunda. De hecho, la afluencia de cartas dignas se dejó notar en el bando bisoño. El mus de guerrillas, sin brillo pero efectivo comenzó a predominar. Los veteranos tiraban de oficio, se ponían el mono de trabajo y lograron doblegar la resistencia –ya prácticamente sin cartas- de los jóvenes, que aún así se resistieron como jabatos.

Las espadas estaban en todo lo alto. Sin embargo, la tercera vaca tuvo menos historia. Uno de los musolaris jóvenes se fue de la partida. Perdió la concentración y se notó. Al parecer estaba convocado para otro encuentro (a otro juego, con otras reglas) y esto hizo que la tensión disminuyera. Incapaces de lograr cartas con las que enfrentarse al incómodo juego sin descartes de los veteranos, se dejaron morir en un elogioso juego romántico pero improductivo. Así terminó el encuentro. Fieles al estilo atlético. Jugaron como nunca y perdieron como siempre.
Habrá más partidas, y estaremos aquí para contárselas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi esta entrada me suena a justificación. Ni mas ni menos.

Anónimo dijo...

Tanta palabreria para decir que perdieron.....
PER
DIS
TE
IS..................una vez más....
La remontada cada vez es mayor.....sugiero humildemente que dejes una "celdita" para este nuevo objetivo...a lo mejor puntuas y todo.
Mucho "lirili" y poco "lerele".... es lo que se pasea por aquí.
La juventud de Shokaku ¿Supongo?.

Bueno,no pasa nada...la próxima vez os daremos de nuevo en el "cogote"

shokaku dijo...

Yo es que nací anteayer, será por eso.

Nada que añadir a la glosa salvo quizás discutir mi adscripción atlética, que no ofende pero irrita.