miércoles, 2 de enero de 2008

2008

El tiempo se precipita sobre nosotros pertinaz, callada y continuamente, excepto en estas fechas, donde la mutación de dígito anual lo hace explícito. Particularmente, las navidades me parecen tan buenas o malas como cualquier otro momento del año. Llevo peor lo aburrido de las noticias y la falta de imaginación de las mismas. Y sobre todo la consabida impostura de la alegría por el cambio de calendario. Lamentablemente empieza a formar parte de una ilusión inicial trastocada en rutina.

Yo este año me encuentro muy perezoso. No he escrito tarjetas de felicitación navideña y no he mandado un mismo mensaje a cientos de personas... Sólo he hablado y escrito a un puñado de incondicionales. Lo del mensaje en serie, lo entiendo, pero no me agrada, así que lo he desechado. Espero que me perdonen mi falta de atención.

Este 2007 se me ha ido sin casi darme cuenta de que ha llegado. Y eso que creo que lo he aprovechado con lecturas y viajes a Nueva York, Islandia, Alemania, Dinamarca... Con el cambio de puesto de trabajo e incluso desde el punto de vista personal. Pero aún así me queda una punzada de resquemor. Cierta tristeza de alma achacable a todos los proyectos que se han truncado o no han prosperado por los más diversos motivos... Quizás es cansancio –espero que así sea- pero está ahí, presente.

Aún así espero esforzarme mucho más en 2008, mejorar, hacerme un hombre nuevo, con destino al cumplimiento de lo que debo (que es mi felicidad particular) por las viejas vías no siempre transitadas del trabajo, esfuerzo y sacrificio. Intentaré fijar unos objetivos mesurables, para poder ver si he sido fiel a mis propósitos o no. Aunque mucho me temo que en estos tiempos inciertos, la fidelidad sólo la garantizan los equipos de música.

2 comentarios:

shokaku dijo...

Previa pasada por la RAE para revisar el uso de ciertos términos, paso a comentar.

Estilo: no vendría mal que aplicaras un logaritmo al número de epítetos.

Content, que dicen los ingleses: adolece de su dependencia en la concepción teleológica del mundo, de la glorificación de los fines en detrimento de los medios, de su confianza en la existencia en conceptos absolutos en los cuales tenemos que CREER, como el manido "lo que debo hacer". Tsk.

Sugerencias personales para el 2.008: descreimiento, menos sonetos y cortes de pelo periódicos.

Maestra Jedy dijo...

Esto se esta poniendo a un nivel que va ser dificil alcanzar, no por aptitud si no por hastio.

Shokaku no te esfuerces.