- Tengo un amigo que tiene un amigo que por supuesto no soy yo...
- Al grano.
- Pues resulta que a los 20 años era una flecha. Duro, fuerte, todo un derroche de energía. Tenía claro dónde quería ir, y no había obstáculos para él...
- Ya estás con tus metáforas!
- Pues resulta que una vez rebasada la treintena, aunque no le va mal profesionalmente hablando, es un desastre a la hora de lo emocional... Un tanto perdido o desubicado, diría yo...
- Lo normal en estos tiempos de libertad o independencia...
- ¿No es preocupante entonces?
- Me temo que todo lo contrario. Ya decía yo..
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4 comentarios:
Ultimamente te leo algo extraño.
Me pregunto, que haras los fines de semana, que por cierto nunca escribes en el blog......¡¡ Qué extraño!!
Quizás seas un tipo raro. Tendremos que estar pendientes de tus últimas entradas.
He escrito cinco veces, sin exagerar, y cinco veces he borrado.
Con lo cual o no sé que decir, o diría demasiado.
A mi con 20 años me gustaban las flechas, ahora con los que tengo, me gustan más los globos aerostáticos.
Supongo que en la mayoría de los casos, de lo que uno proyecta ser a lo que realmente consigue ser, hay un gran trecho. Mal de muchos... normaliza el asunto. Besissssss
La tele siempre tiene la culpa. A veces anhelamos adoptar las rutinas de los llamados normales. Y luego, cuando los 30 te saludan, te percatas de que en 'Los Serrano' harías de secundario fracasado... y de que el guión improvisado de tu existencia merece mucho más el Oscar que el tal Bardem.
Saludos
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